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domingo, 28 de noviembre de 2010

LA RUTA DEL INICIADO

Capítulo 2
EL APRENDIZ

A una determinada altura del camino, el discípulo ya no fue llamado loco por las turbas o profanos. Los prodigios que hacía, le merecieron el apodo de “mago”. Pero, en realidad, seguía siendo discípulo, esto es: un aprendiz que, precisamente de modo disciplinado y con orden, había comenzado a practicar y actuar conforme a sus conocimientos a través de la materia que le proporcionaban los cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego.

Cuando se presentaba a la gente, lo hacía como un hombre libre y de buenas costumbres, de modo prudente, moderado y discreto, lo mismo que con el signo del infinito sobre su cabeza; en su mano derecha con la vara de poder; y con su mano izquierda encaminando la fuerza que venía de lo Alto hacia los materiales, sobre los cuales resultaba menester obrar el cambio.

Los materiales, los cuatro elementos con que había comenzado a trabajar, estaban simbolizados delante de él sobre la piedra cúbica defendida por el ibis sagrado, esto es: el pentáculo dorado extraído de la tierra, la copa rebosante de agua primitiva, el fuego inextinguible brotando del ánfora, la espada curva delimitando el aire y las heridas.

La mayor parte de sus semejantes no comprendían ni los símbolos ni el lenguaje; y otros tenían miedo en su presencia por la forma en que manejaba y dominaba los materiales o elementales. Por eso –como ya se dijo– en adelante le llamaron "mago".

Sin embargo, en verdad, era un discípulo que todavía llevaba atada o ceñida a la cintura una piel de cordero, a modo de una serpiente que se muerde la cola (Oroborus), y, luego entonces, estaba aprendiendo a experimentar con la materia, aunque defendido por la fuerza constante de Mercurio o Hermes, el mensajero de los dioses (Spes mea in Deo est).

El denominado "mago" era, ciertamente, el aprendiz alquimista buscando a través de sí mismo (Nosce te ipsum) y la materia con la cual experimentaba no era otra cosa que el amor al conocimiento, el afán de sabiduría, la busca de la verdad... por ende o dicho de otro modo: el don a todos los hombres que proporciona el hecho de aunarse a la Gran Obra (Buscad el reino de Dios y lo demás os será dado por añadidura).

[Se ha transcrito e interpretado del "Tarot a la Luz del Alma", lo que se hace constar para los efectos conducentes].

3 comentarios:

Anónimo dijo...

fue muy interesante para leer. Quiero citar el mensaje en mi blog. Se puede? Y otros una cuenta en Twitter?

MARCO ANTONIO UGALDE UGALDE dijo...

Por supuesto, de hecho es una transcripcion aunada a una interpretacion de mi parte; por ende, no estimo que haya obice para no citar el mensaje.

Anónimo dijo...

Me llamo mucho la atencion esta lectura veraz; hace un tiempo tuve un sueño muy parecideo a esta, en el yo me veia con una mascara y tenia el Uroboros, la serpiente mordiendose la cola como si fuera mi cinturon, me impacto ya que me llama mucho la atencion estos temas de cienca oculta, mental si puedieras darme algun significado de este sueño o alguien que me lo podria brindar te lo agradecria mucho.